Sernapesca alerta por lobos marinos atacados por perros en playas y hace llamado a la tenencia responsable de mascotas.

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En lo que va de la semana, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) ha recibido dos alertas preocupantes por lobos marinos que estaban siendo acosados y atacados por perros.

El primer incidente ocurrió en Curiñanco, región de Los Ríos, donde vecinos del sector alertaron a Sernapesca sobre un lobo marino juvenil que estaba siendo atacado por perros, provocándole diversas heridas al animal. Un equipo de rescate de Sernapesca llegó al lugar para gestionar su traslado a un centro de rehabilitación de fauna marina protegida en la región de Los Lagos. Sin embargo, debido a la gravedad de las heridas y el estado crítico del animal, se tuvo que aplicar el protocolo de eutanasia.

Una situación similar se vivió en la playa principal de Pichilemu, región de O’Higgins. En la poza que se forma en esta época del año, una cría de lobo marino estaba siendo acosada por perros sueltos que andaban con sus dueños. Afortunadamente, el ejemplar no presentaba heridas y pudo ser relocalizado en una playa del sector poco concurrida.

Ricardo Sáez, Encargado Nacional de la Unidad de Conservación y Biodiversidad de Sernapesca, subrayó la importancia de respetar la Ley de Tenencia Responsable de Mascotas, llamada Ley Cholito, cuando se visitan sectores costeros: “Estos dos casos representan una realidad en nuestro país y reflejan la irresponsabilidad de algunas personas al soltar a sus mascotas. En las playas y otros sectores costeros, las mascotas deben estar con correa, ya que en esos lugares habita fauna marina protegida como lobos marinos y pingüinos, que salen del mar a descansar y hacer otras actividades. Hacemos un llamado a la ciudadanía a ser responsables con sus perros, independientemente de su tamaño, ya que pueden representar un peligro mortal para estos ejemplares”.

El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura recuerda a la ciudadanía que cuenta con el número 800 320 032 para reportar cualquier ejemplar de fauna marina protegida que esté herido o en peligro evidente.

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