En una actividad conjunta, los equipos del Hospital de Pichilemu y del departamento de Inclusión de la municipalidad trabajaron junto a los cuidadores de pacientes que forman parte del Programa de Atención Domiciliaria para Personas con Dependencia Severa (PADSS).
En el Hospital de Pichilemu se realizó una importante actividad dirigida a los cuidadores de personas que forman parte del Programa de Atención Domiciliaria para Personas con Dependencia Severa (PADSS), con el objetivo de gestionar las credenciales de discapacidad. Esta iniciativa se desarrolló en conjunto con el Departamento de Inclusión de la Municipalidad de Pichilemu, fortaleciendo el trabajo intersectorial en beneficio de la comunidad.
El operativo abordó los tres informes fundamentales para la obtención del certificado de discapacidad: el informe biomédico-funcional, el informe social de redes y apoyos, y el IVADEC (Instrumento de Valoración de Desempeño en Comunidad). Gracias a esta gestión, las personas beneficiadas podrán acceder a diversos apoyos, tales como atención preferente en salud, acceso a programas de vivienda y su mejoramiento, medidas de fomento al empleo y la posibilidad de jubilación anticipada. Además, para quienes se encuentran en edad laboral y presentan un grado de discapacidad leve o moderada, la credencial les permite optar a adaptaciones en sus puestos de trabajo, promoviendo así la inclusión laboral.
Roberto Icaza, trabajador social del Hospital de Pichilemu, agregó que otros beneficios asociados a la credencial incluyen el uso de estacionamientos exclusivos y la postulación a ayudas técnicas específicas proporcionadas por SENADIS, las cuales no están incluidas en la canasta GES. Entre ellas, destacó las dirigidas a personas con patologías como Alzheimer y a adultos mayores de 65 años que requieren apoyos especiales.
Por su parte, Victoria Almuna Alfaro, kinesióloga del Programa de Dependencia Severa y del Servicio de Rehabilitación del Hospital de Pichilemu, destacó la importancia de la educación continua tanto para los cuidadores como para la comunidad en general, con el fin de garantizar un acceso equitativo a los beneficios que otorga la certificación de discapacidad. Asimismo, subrayó que este trabajo intersectorial no solo facilita el acceso preferente en el hospital, sino que también contribuye a una atención de salud integral y participativa.
En tanto, María Ángel Vargas, kinesióloga de la Oficina de Inclusión de la Municipalidad de Pichilemu, reforzó la relevancia de este proceso y su impacto positivo en la calidad de vida de los beneficiarios y sus familias.
Este esfuerzo conjunto reafirma el compromiso de las instituciones locales por garantizar una mejor calidad de vida a las personas en situación de discapacidad, promoviendo su autonomía y participación activa en la sociedad.